Desde la esperanza, sin embargo
No espero nada de proclamas revolucionarias
menos de los versos nacidos en el fragor de la batalla
No es sólo el gesto o la risa
lo que tuerce el destino o templa la espada
Hará falta algo más que manos blancas al aire
para derrocar al tirano
Ellos no van a esperarnos
no van a escucharnos
Tienen todo que perder: a sus esclavos
No doblegarán su poder ante nuestro avance
Cargarán cañones y dispararán
No esperemos, tampoco nosotros
No esperemos comprensión o justicia
No esperemos el cambio
porque el camino lo guardan sus soldados
Si sigue habiendo arriba y abajo
Abajo y arriba
No bastarán 500.000 firmas
http://eldoradomae.blogspot.com
subido el elefante
ResponderEliminarestaba en una silla
con un ratón delante
un portugués pasaba
con una sonrisilla
y su voz de clavel así le hablaba:
-pode esmagá-lo, gigante