Doblo una pierna.
Doblo una pierna y me duele la rodilla,
No lo entiendo.
Ya he doblado la pierna antes
y nunca me había dolido así.
Doblo la pierna
y me agarro el pie
hacia dentro
y lo coloco encima
de la otra pierna
doblada
con el pie encima
de la pierna que ahora doblo.
Curioso,
es la primera vez
que doblo la pierna
y mis rodillas no tocan el suelo.
En esa antigua postura
-rodilla al suelo-
he pasado
toda mi vida.
Ahora doblo la pierna
de otra forma
y pongo la otra encima de esta
en un loto perfecto
sobre mi estera
en la plaza
con otros
con miles
con millones.
La espalda recta
que ya es hora
de mantener firmes las columnas.
Doblo la pierna y me duele.
Y me duele por la falta de costumbre
-no de doblar la pierna, sino de doblarla así-
y porque sé
que me van a dar
la del pulpo
en cuanto vengan los perros del señorito.
En la plaza
sentado
en loto perfecto
un quince de mayo
con millones de meditantes
con un koan en la mente constante:
"¿otro mundo es posible?"
Pues claro. Inténta negárnoslo y verás.
Ahí está.
Iluminación instantánea.
http://www.lapersonaquedirige.blogspot.com/
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