Rafael Campillo

LA LEVADURA


Jóvenes de todas las tierras y razas

un día de mayo del último siglo

Despertaron de una larga hibernación

Desenterraron las flores de otros mayos

Se lanzaron a la conquista de calles y plazas

Juntaron ilusiones y olvidadas utopías

Y dieron al mundo una bella lección

“Somos la levadura que levanta la masa”


Hijos y nietos de otras frustradas utopías

Surgieron de las áridas tierras mancilladas

Por pobladores malditos sin conciencia

Y germinaron aquellas viejas semillas

Que con tanto amor sembraron otros jóvenes

En esas mismas calles, plazas y avenidas


Cuando ya todo lo conquistado parecía perdido

Inundaron de voces y cantos los campos baldíos

Levantaron y agitaron sus manos pacíficas

Enseñando al resto de seres adormecidos

Que hay otras formas de relaciones humanas


Mientras en las alturas siderales de las poltronas

Planean amenazadores los siniestros poderes

De las mas turbias y corrompidas conciencias

Jóvenes y menos viejos alzan sus voces

Sacuden los carcomidos cimientos

De una sociedad dominada por depredadores

Depositarios de las mas bajas pasiones humanas


Llevan estas jóvenes el futuro en sus venas

Dispuestas a crear para su descendencia

Una sociedad mas justa, más igualitaria

Limpia de sanguijuelas oportunistas

Son ellas y ellos mayores y menos viejos

La levadura que levanta la masa


Dedicado a todas las personas jóvenes y

“menos viejas” que han puesto la levadura

de la dignidad para una regeneración social.


11 de junio de 2.011



SEAMOS REALISTAS


Nos engañan con falsos dioses

comulgamos en sus molinos de viento

con ruedas de granito radiactivo

enfermamos de ingenuidades

nos perdemos en sus laberintos

y quedan extraviadas en las cunetas

gentes que creyeron sus artificios


Repetimos una vez tras otra

Los mismos esquemas y errores

Y mordemos el mismo anzuelo

La próxima abriremos bien los ojos

no tropezaremos en las mismas piedras

ni saldremos malheridos por las trampas

que siembren sus lacayos en los caminos


Surgen de nuevo con fuerza inesperada

apasionados gritos de gargantas indómitas­

Vuelven eslóganes con gérmenes de ilusión

que quedaron impresos, rojo mate

en muros y paredones de la ciudad vieja


A veces me pregunto con inquietud galopante

¿volverán a llevar el agua a su molino

y comulgaremos de nuevo en el ficticio banquete

con ruedas de granito radiactivo?

Tendremos que grabar a fuego

para no tenerla que esculpir en rojo

aquella visionaria e imperecedera frase

SEAMOS REALISTAS

PIDAMOS LO IMPOSIBLE


El posibilismo imposibilita el cambio


Dedicada a todas aquellas personas que mantienen la

vista puesta y el pasaje en el bolsillo para el viaje a la

isla de Ítaca.

¡Buen viaje compañerxs!


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