Javier Muñoz González

La revolución social

En las despejadas noches del anhelo,
con el viento y la corriente enemistados,
te buscamos como el fuego busca al hielo
para sembrar en ti el fruto de tu estado.

Luchadores del ocaso que aún te aguardan,
junto a iluminados muertos que aún te invocan,
te regalan su imperecedera obra,
que alimentará el hambre de tu zozobra,

lágrimas que manan de antiguas batallas
silencian las voces de viejos canallas;
y paciente desde tu hermosa caverna,
preparas las bases de un nuevo mañana..

¡Oh! Esperanza que habita en esta espera,
eres germen de la añorada justicia,
pariente cercana de la rebeldía
e ingeniera de la futura trinchera.

Fuertes cimientos sobre los que te asientas:
pues son raíces creadoras, solidarias,
amantes de la vida y la divergencia,
amigas son del amor y la apetencia.

Eres el virgen camino en la eternidad,
la estrella que brilla en la oscuridad;
no vencerán todo tu arsenal,
¡pues lograremos la revolución social!

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