Ada luz Márquez







Todo comenzó con un sueño,
incluidos estos versos,
hechos de miel, sangre y acero,
que me escriben desde mis manos
y me acompañan acompañándote
a lo largo del sendero.
Habrá tramos de sueños dormidos,
atajos de sueños nacientes,
etapas de sueños rotos,
renacimientos de sueños curados de amor...
sueños compartidos,
sueños que rompen con todo,
sueños que alientan,
que nos alimentan,
que nos hacen tener vértigo,
y perder el miedo …
a nosotros mismos,
y caernos al vacío
con la libertad que ofrecen los finales
porque siempre son nuevos comienzos.
Brotan como manos que invitan a vivir,
dándonos impulso para reanudar la marcha,
y nos viven mientras vivamos
porque son el motor de nuestros pasos...
ayudándonos a caminar,
transformándose a cada instante,
transformándonos...
en cada flor,
en cada piedra hecha de segundos,
en efímera arena del presente hecho pasado,
en cada cielo de nubes de alas de aves,
arrancando nuestros muros del árido suelo,
aunque las huellas se borren,
aunque se pierdan en el horizonte...
volverán..
porque nunca se fueron...
porque son la pieza clave
de esta existencia sin puntos cardinales.
¿Acaso esto no es un sueño?

1 comentario:

  1. Mundo Momento Utopikronometriko12 de junio de 2011, 18:41

    Es de hecho el sueño más real que existe
    la libertad, de libertad se viste
    el sueño y va clamando al despertar,
    y el alma se resiste a no soñar.

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