Javier González Sánchez











Al menos.

Y si pinto paisajes,
vienen luego los tanques a impugnar
y escriben guerra, con mi propia sangre,
en la bandera de la libertad.
Y si me resigno
dispararé claveles,
para lanzar versos a los reflejos
de tus pupilas.
Y si pierdo el Norte,
busco el sur en un camino
lleno de colores.
Lejos del ruido de las máquinas.
Y si tenemos la oportunidad
¡hagamos el amor en el tejado de los sueños!
Tiremos de solidaridad
y compartamos el dolor.
No tendremos casa, ni voto, ni voz,
pero al menos nos queda el cariño.
De eso sí que somos dueños.

Javier González - 29 de Mayo de 2011 –


Silencio

El silencio es una página en blanco
en las ruinas de la libertad.
Los reflejos oxidados
de los callejones de Valle-Inclán.
El silencio es una censura,
forma de muerte de expresión.
La cicatriz en las conciencias
de los oprimidos en su pasión.
Es lo que viene después del ruido,
lo que queda en vidas vacías
cuando interviene el olvido
en los ensayos de la memoria.
Son las palabras que no dije,
los momentos que nunca viví.
Lo que la muerte nos exige,
lo que quiere el poder de mí.
Es lo que viene antes de la tormenta,
lo que queda tras el llanto
de unas gentes descontentas
que se ahogan, por tener que aguantarlo.
El silencio son personas cabizbajas
sobre los cojines del desánimo.
¡Gritemos y rompamos las rejas
de la libertad. Todos somos Quince de Mayo.

Javier González - 27 de Mayo de 2011 –

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