Ser es hoy
Y qué si traicionarán los cielos
y les saldrán arrugas
y estarán y qué donde vosotros
muertos de pie o tumbados pero muertos
tan convencidos de lo imposible
tan trastornados por el dolor
que ya no puedan ver.
Hoy es hoy. Siempre lo ha sido.
Si no se entiende eso.
Pero no es entender, sino sentir.
Mano a piel boca a piel piel a piel
una tres seis mil
y qué
si no es la primera vez ninguna
y qué si han cambiado tantas cosas
y el eco muerde el fondo
o lo parece.
Hoy es hoy. Ser es hoy contra todo grito.
Quiero arrancarte los pulmones, robarte el aire y darte el aire.
Y qué si serán como vosotros
especuladores de vidas que no vivieron.
Con suerte
Con la luna en Postas y el sol tras Montera
un mendigo reparte octavillas.
Es un manifiesto, o algo parecido a un manifiesto,
varias líneas de palabras que forman un poema
sin intención:
que la vivienda, que la justicia, que el derecho a opinar,
que nos roban la democracia con un disfraz de democracia
y el pan, como ayer, sin disfraces.
No es poco para la ciudad que se despereza.
Otra voz sin nombre sumando voces,
otra voz enfrentada a las que dicen
también aquí
yo soy la revolución
escuchadme
yo soy el pueblo.
Cuando la mañana esté más alta y nadie se acuerde, Madrid se acordará.
Es la memoria de sus muros, con barba de tres días,
enemigos del alarde y de lo fácil.
Por un vagabundo, entra mayo. Con suerte, será abril.
No hay comentarios:
Publicar un comentario