Moisés Cañizares







Desgarrando el instante

Levantan sus manos ante perros guardianes,
que con babas caídas, por un sueldo adoptadas,
mojan todas las calles y las tiñen de lágrimas.

Luego, nace el día;
la oscuridad se aparta;
los vestigios se encubren y no encuentran culpables.
Nadie sabe qué orden indujo la masacre
en la plaza que ahoga un monstruo en su garganta.

Como autómatas, siguen las noticias y el alba,
arañando paredes, descubriendo dispersas
las astillas de carne, que prolongan el miedo
con sonido vacío y un sabor a metralla.



Yo soy España


Yo soy el pobre enfermo incurable al que le quitan la prestación social

debido a los recortes que llaman reformas;

soy el que necesita un diccionario para entender los ajustes

de la manipulación semántica que pretende hacerme creer

que vivía en un estado de bienestar;

soy el joven licenciado que marcha a otro país

para poder tener una oportunidad;

soy el encofrador que paga la burbuja inmobiliaria

con el hambre de sus hijos…

Yo soy España.


Y siento en esta lágrima que me cae sin remedio

el álgido temblor del no poder pararla,

mirándome a mi mismo entre un silencio extraño,

que navega sobre la incertidumbre de un futuro caído.


Yo soy el periodista que intenta la verdad;

soy la constitución que democratiza con su ejemplo;

el hospital público sin camas ni quirófanos activos

(con horarios de espera inhumanos

debido a las políticas neoliberales

que hacen que mi vida no valga nada);

soy el que se jubila y ve como le usurpan su dinero por año trabajado;

el actor detenido por asociarse con las causas perdidas…

Yo soy España.


Y busco en mi pasado la sangre vertida,

que escupe, que razona bocanadas de lucha.

Me crucifica el tiempo. Soy la causa perdida

del hombre que no entiende:

la raza, el alma, el día.


Yo soy la dignidad, la batalla, la honradez, el movimiento libertario,

los alumnos que luchan en la calle,

la manifestación de trabajadores, la revolución pacífica…

soy el inmigrante con sus sueños rotos y sus deudas;

soy el político que cree en el pueblo e intenta buscar los caminos

adecuados con las manos atadas;

soy el obrero fusilado que luchó por nuestros derechos

sociales y laborables en la luna del toro rojo y negro;

soy el mendigo…

Yo soy España.


Un aliento plural en donde todo vive:

la tierra, el sol, el aire,

el agua y los lenguajes,

y las mentes que buscan el amor en los parques.


Yo soy los brazos en alto que claman justicia;

soy la gente golpeada por una brutal represión institucional y policial

que intenta apagar las quejas necesarias y justas;

soy la familia desahuciada;

el traicionado por su entidad bancaria de toda la vida;

el ama de casa que ejerce la prostitución en secreto

para dar de comer a su familia…

Yo soy España,

yo soy la nueva ideología.



Soy el ciudadano que paga la demencia de las bolsas y sus mercados;

soy el trabajador sin derechos;

yo soy la austeridad que empobrece;

la educación publica desvalida y ninguneada;

soy el funcionario esclavizado;

Yo soy el sindicato cuando actúa;

soy el habitante desconocido;

yo soy la autonomía solidaria;

el valeroso juez que encierra a los corruptos en la cárcel ;

yo soy la historia…

Yo soy España.


¡Acércate hacia mí!

¡Se la voz de mi hermano!

No hay nadie más que yo,

ni menos:

somos manos.


Yo soy la religión que regala comida;

la palabra libertaria; la cohesión;

soy el crecimiento…

Soy el que muere por la negligencia de la falta de presupuesto;

soy la gravedad real de un país que agoniza;

soy el bombero cercado por el fuego con una azada

y el equipamiento inadecuado

soy el que no tiene dinero;

soy la decencia y la moralidad;

soy los impuestos injustificados;

yo soy España.


¿No te ves al leerme?

Un espejo de ti es lo que reflejo.


Yo soy el impagado por los representantes públicos;

el despedido injustamente;

la humildad…

soy la descarga ilegal si quiero optar a la cultura;

el maestro de escuela sin recursos;

soy el policía oculto y consciente ante tanta barbarie,

que intenta proteger y servir al ciudadano

sea cual sea su condición social.

Soy la tristeza de un país que quiere sobrevivir;

soy el ghetto que engendra la riqueza privada;

la indignación;

soy la realidad de lo que está pasando…

Yo soy España.

Yo también soy “el enemigo”.

Soy el poeta.



1 comentario:

  1. Maravilloso poema que expresa las cargas policiales y el desentendimiento por parte de los políticos y demás que buscan culpables donde no los hay, intentando evitar sus propias responsabilidades

    ResponderEliminar